La isla de La Gomera es un mirador en sí misma.
Por su intrincada orografía, sorprende en cada curva, en cada rincón que vas descubriendo conforme avanzas. Cada lugar te descubre una formación geológica nueva, un pequeño caserío en medio de un barranco rodeado de palmeras o un inmenso manto verde cubriendo el lugar.
La red insular de miradores está salpicada de espectaculares escenarios a los que asomarse y descubrir la belleza de esta isla, que el paso del tiempo ha ido esculpiendo a golpe de viento y mar.
La Gomera es una isla para mirar y para ser vista. Detenerse en estos miradores es una de las experiencias más increíbles que puedes vivir en este paraíso. Atrévete a descubrir una red de miradores pensada para que, en cada uno de ellos, tú formes parte del paisaje.
En el escondido pueblo de Agulo destaca el Mirador de cristal de Abrante, pero allí se erigen otros majestuosos balcones sobre los que apreciar también el esplendor de La Gomera.
En la zona más alta descubrirás el 'Mirador Lomo del Dinero', al que llegarás tras surcar una ruta que discurre desde el cruce de la Laguna Grande hasta el Centro de Visitantes del Parque Nacional de Garajonay. Desde este mirador observarás la impresionante masa forestal de monteverde sobre Meriga.
Desde el ‘Mirador Roque Blanco’ puedes contemplar una de las zonas más recónditas de la isla, el Teón, en la que se puede apreciar una de las mejores zonas de madroños de La Gomera. La vista también alcanza la cuenca de Vallehermoso.
Muchos de los bosques que observarás desde estos miradores, y que llevarás en tu retina de recuerdo, sirvieron en su momento como fuente de recursos para los habitantes.
Los miradores que se agrupan en la zona de Hermigua presumen de vegetación abundante y de decenas de especies autóctonas que crecen libremente.
El ‘Mirador de La Punta’ es conocido como el “Valle encantado”. En este pequeño rincón de La Gomera casi todo se ubica en “la punta”. El pequeño pueblo de La Tosca está justo en el borde de la carretera actual y una de las mayores extensiones de plataneras que tiene la isla, se extiende casi hasta la orilla del mar. Al final de la playa, protegida por la Montaña del Hueco se vislumbra la Punta de Hermigua, a cuyos pies se distinguen los pilares del antiguo pescante.
El ‘Mirador de la Carbonera’ es otra butaca de excepción desde la que contemplar una alfombra verde de laurisiva, Fayal-Brezal y plataneras.
Desde el ‘Mirador de San Juan’ verás cómo se suceden los caseríos y, si las nubes lo permiten, una panorámica increíble del Teide. Cuando te detengas aquí, sigue con la mirada el recorrido completo del Valle de Hermigua, desde el valle alto hasta el Pescante. Por supuesto, te espera el mejor monteverde del archipiélago ofrecido por el Parque Nacional de Garajonay
Finalmente, los ‘Miradores de El Rejo’ ofrecen una vista excepcional desde las cumbres hasta el fondo del barranco, todo ello aderezado con frecuentes paredones verticales colonizados por vegetación rupícola.
Los nueve miradores de San Sebastián componen una paleta de colores y contrastes que sorprenden al visitante. Descubre los paisajes de vértigo y los espectaculares escenarios que todos ellos te ofrecen.
El Mirador Lomada del Camello te regala una vista de buena parte de la Villa de San Sebastián, y en los días más soleados te ofrece también una de las mejores panorámicas del Teide.
El Mirador La Laja, situado en la Degollada de Peraza, te permite contemplar un buen tramo del barranco de La Laja, el Roque de Iscagüe o la presa de Chejelipes, alimentada por las aguas que descienden desde la cumbre.
¿Conoces el monumento al Sagrado Corazón de Jesús? En La Gomera, es conocido como El Cristo y lleva más de 50 años dando la bienvenida a todo aquel que llega a la capital de la isla.
Desde el Mirador del Sagrado Corazón tendrás una vista panorámica de todo San Sebastián, incluido el Puerto.
Cuando llegues al Mirador Morro de Agando, te encontrarás rodeado por tres Espacios Naturales Protegidos: El Parque Nacional de Garajonay, el Monumento de los Roques y la Reserva Natural Intregral de Benchijigua. Inevitablemente tu vista se dirigirá hacia el Roque de Agando que es el protagonista indiscutible de esta vista panorámica.
En pleno Parque Nacional de Garajonay, el Mirador El Bailadero muestra ante tus ojos una espectacular vista de la cara norte del Monumento Natural de Los Roques. Primero aparece Ojilla, y detrás de él, el Roque de Las Lajas. A la derecha podrás deleitarte con la vista del Roque de Carmona, y al fondo, el más alejado, el imponente Roque de Agando.
En la carretera que une San Sebastián con el Valle de Hermigua, se encuentra el Mirador de los Manaderos que ofrece unas espectaculares vistas del barranco de La Laja, a lo largo del cual se alinean cuatro embalses alimentados por las aguas que desciendes desde las húmedas cumbres. Gracias a esa agua acumulada se nutren las zonas de regadío de San Sebastián.
El Mirador de Tajaqué se asoma curioso a la Reserva Natural Integral de Benchijigua, y desde él puedes contemplar los caseríos de Benchijigua, el de Lomo del Gato y, a lo lejos, Pastrana. El paisaje árido de este barranco contrasta con el verdor de las laderas del valle del Cedro.
Cuando llegues al Mirador de Ayamosna se abrirá ante tus ojos una maravillosa vista de San Sebastián de La Gomera, y a tus pies, el barranco de la Guancha y el Cabrito, ambos separados por una cresta rocosa y que se encuentran dentro de la Red Canaria de Espacios Naturales Protegidos.
Y para poner punto y final a nuestro recorrido por la red insular de miradores, llegamos al Mirador del Sombrero, el cual se ubica dentro de un Espacio Natural Protegido, el Barranco del Cabrito. Este barranco, está salpicado de palmeras, piteras, tuneras, tabaibas, cardones y, en escarpes inaccesibles, plantas en peligro de extinción como la siempreviva gigante y el cabezón.
El relieve abrupto de esta zona se caracteriza por las lomadas de costa a cumbre coronadas por roques de caprichosas formas, entre los que destacan el del Sombrero, el roque Blanco, el de García y el de Magro.
En los días despejados, el Mirador de Alto de Garajonay te ofrece un maravilloso regalo para tus sentidos: poder contemplar una vista panorámica casi completa de la isla de La Gomera. Incluso podrás divisar también las islas de El Hierro, La Palma o Tenerife. Como todo lo que rodea a Garajonay, este lugar, por su enclave estratégico, está rodeado de un halo mágico desde tiempos remotos, y prueba de ello, son los restos de aras de sacrificio de origen
Al oeste del Parque Nacional de Garajonay, en el Lomo Carretón se encuentra el Mirador de Alojera que te ofrece una bonita vista de la costa oeste de la isla y de los acantilados que bordean la meseta central. Un lugar privilegiado donde observar el caserío de Alojera, donde se elabora la famosa miel de palma.
Por su parte, el Mirador de Igualero es el punto de partida y regreso de muchas rutas y senderos en Garajonay. En él se encuentra el monumento al Silbo, con vistas a la Fortaleza de Chipude y de la Caldera erosiva de Erques. Unas vistas que se extienden desde la cumbre hasta el mar y abarcan una amplia zona incluida en el paisaje Protegido de Orone.
Para tener unas espectaculares vistas del bonito pueblo de Vallehermoso, tendrás que visitar el mirador que lleva su nombre, el Mirador de Vallehermoso. Desde él tendrás a tus pies la vertiente norte del municipio y de las montañas que lo protegen, así como del Monumento Natural Roque Cano.
Para obtener unas vistas completas de Vallehermoso, deberás dirigir tus pasos hasta el Mirador de la Pilarica.
Desde el Mirador de Santa Clara y el Mirador del Almendrillo, tendrás una espectacular vista del escarpado valle de Arguamul, y podrás admirar la belleza imponente de los barrancos que desembocan en el mar.
Al llegar al Mirador Punta del Belete, te sorprenderá una vista de Valle Gran Rey que no te dejará indiferente. Sin duda, te impresionará la grandeza de las paredes rocosas que guardan un fértil y amplio valle, encajonado en un imponente cañón esculpido de bancales. También podrás admirar desde este punto el pintoresco caserío del Cercado, lugar clave para la artesanía de La Gomera.
Por último, el Mirador de la Degollada de Peraza, a 900 m de altitud, te ofrece unas vistas fabulosas de Vegaipala, Jerduñe y el Cabrito en la vertiente sur y del Barranco de La Laja y Chejelípes y el embalse del mismo nombre, hacia el norte.
En las proximidades de la Degollada de Peraza se encuentra la cueva donde fue muerto en 1488 Hernán Peraza ‘El Joven’, señor de la isla que gobernaba con crueldad a los gomeros.