La Gomera, una de las islas más pequeñas de Canarias, cuenta con un relieve accidentado y rocoso lleno de vertiginosos barrancos, que hace que las distancias que a simple vista parecen cortas, se alarguen en su recorrido.

Antiguamente, la comunicación entre diferentes puntos de la isla era una tarea complicada para sus habitantes.

Esto, lejos de ser un hándicap para los primeros pobladores de la isla, se convirtió en una búsqueda de nuevas formas de comunicación a distancia, dando origen así al lenguaje silbado conocido como Silbo Gomero.

El Silbo Gomero es un lenguaje articulado. No se trata de un código como el morse, sino una versión silbada del castellano.

Según consta, se encontraba arraigado en la población aborigen mucho antes de la llegada de los primeros visitantes a la Isla. Se cree que su origen es norteafricano y su uso se ha extendido hasta nuestros días. De hecho, hasta la primera mitad del siglo XX fue la única forma en la que los habitantes de La Gomera pudieron comunicarse a larga distancia.

Sin embargo, hacia la segunda mitad del siglo XX comenzó a caer en desuso por la aparición de nuevas tecnologías como el teléfono o la mejora en las infraestructuras.

En el año 2009, el silbo gomero fue reconocido como lenguaje por la Unión Europea y declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

¿Se transmite de generación en generación o sólo la aprenden aquellos que lo desean?

Ha habido una lucha constante a lo largo de los años para conseguir mantener vivo al Silbo Gomero. Esa batalla sigue librándose día a día. El silbo es una asignatura obligatoria en los colegios e institutos de la Isla. Esto ha supuesto un gran empuje para ayudar en la conservación de esta lengua. Sin embargo, es una habilidad muy difícil de rentabilizar y en muchos casos los alumnos una vez finalizan sus estudios tienden a olvidarlo por la falta de práctica, aunque es un valor muy arraigado para la sociedad gomera.

En algunos casos hay quien consigue que esta capacidad se convierta en su trabajo y realizan exhibiciones para turistas, tanto en hoteles como restaurantes, e incluso en nuestro Mirador de Abrante, donde cada día mientras los clientes disfrutan de su comida pueden asistir a una pequeña exhibición de la mano de dos maestros de este lenguaje.

¿Es fácil entenderse, o requiere mucha práctica?

Entenderse tiene su complejidad y requiere mucha práctica. En el silbo ocurre igual que cuando hablamos, que cada uno emite un sonido característico, y depende también de la forma de colocar las manos.

La complejidad del silbo reside en que adapta las 5 vocales y 22 consonantes del español a 2 vocales y 4 consonantes. Esto genera un alto grado de ambigüedad y hace que el contexto sea clave para poder interpretar la conversación.

 

¿El silbo perdurará o acabará por desaparecer?

 Se están haciendo amplios esfuerzos desde los organismos canarios y europeos para conseguir mantener el silbo gomero. Esperemos que perdure en el tiempo y está claro que mientras sea útil para comunicarse, esta lengua conseguirá seguir viva.

Lo que sí es seguro, es que si visitas La Gomera no debes perderte una exhibición de este curioso lenguaje.