Solanum betaceum (tomate de árbol, tomate andino, tomate serrano, tomate de yuca, sachatomate o chilto, también conocido por el nombre inventado en inglés, tamarillo) es un arbusto de 3 a 4 m de altura, con corteza grisácea y follaje perenne, las primeras descripciones históricas lo hacen probablemente autóctono del Perú algunos lugares del norte de Chile y Argentina, en zonas de antiguos bosques húmedos sub-cordilleranos Andes y costeros actualmente extintos, se cultiva en el Perú y Colombia, Ecuador, Bolivia y Argentina.
Su rango nativo no está resuelto. Las subpoblaciones silvestres son pequeñas, en áreas restringidas de Chile, Argentina y Bolivia. Está cultivado en los Andes, sur de Europa, África y Nueva Zelanda. Es imprescindible disponer de especímenes silvestres para su conservación, mejoramiento y estudio.
Tiene hojas alternas, enteras, en los extremos de las ramas, con peciolo robusto de 4 a 8 cm de longitud. El limbo presenta de 15 a 30 cm de longitud, con forma ovalada, acuminado, de color verde oscuro, un poco áspero al tacto. Las hojas jóvenes tienen una fina pubescencia en ambas caras. La nerviación es marcada y sobresaliente. Las flores son pequeñas, de 1,3 a 1,5 cm de diámetro, de color blanco-rosáceo, dispuestas en pequeños racimos terminales. Tienen 5 pétalos y 5 estambres amarillos y suele florecer entre mayo-junio. El fruto es una baya ovoide de 4 a 8 cm x 3 a 5 cm, con un largo pedúnculo en el que persiste el cáliz de la flor. La piel es lisa, de color rojo o anaranjado en la madurez, con estrías de color más claro. La pulpa es jugosa, algo ácida, de color naranja, a roja, con numerosas semillas. Los frutos son comestibles, pudiendo comerse crudos directamente o en ensaladas pero preferiblemente se cocinan para preparar jugos, dulces y postres. Proporcionan hierro, potasio, magnesio, fósforo y vitaminas A, C y E.
Crece en climas propios del bosque húmedo montañoso con temperaturas que se encuentran entre los 13 y 24 °C, en ambientes donde la precipitación ronda los 600 y 1500 mm anuales; Así mismo, en altitudes que se encuentre entran entre los 800 a 2800 msnm. Es muy sensible a las bajas temperaturas, vientos de gran intensidad y sequías. Requiere suelos francos arenosos, con buen drenaje, ricos en materia orgánica y se ve beneficiada por el abono.