A las puertas de la primavera, el sol acaricia La Gomera con mayor intensidad y los días son más largos. Aprovechando estas circunstancias, te proponemos un interesante paseo primaveral por el pasado volcánico de la Gomera. 

A lo largo y ancho de la isla, surgen impresionantes roques de piedra basáltica, estos roques, son antiguas chimeneas de lava de los volcanes gomeros.  La erosión de millones de años, ha solidificado su interior, confiriendo a cada uno de ellos, una forma singular. Los más impresionantes, son los roques gemelos de Pedro y Petra y los que forman parte del Monumento Natural de los Roques: el roque de Agando, el roque de Ojila y los roques de La Zarcita y Carmona.

Pasear por la base de estos majestuosos roques, impone…su  tamaño, antigüedad y porte…Sobresalen del techo verde de la isla como vigías naturales de La Gomera.

Los majestuosos roques de Agando, Ojilla, Zarcita y Carmona, se encuentran entre la cabecera de los dos mayores barrancos de la isla, el de Benchijigüa y el de La Villa, lo que acentúa aún más su verticalidad. El manto verde, que cubre esta área, se ve salpicado de espectaculares colores gracias a una interesante flora compuesta entre otros por el madroño, el cedro o el tajinaste azul. 

El conjunto de miradores de los Roques, ofrece bellísimas vistas de este paisaje antediluviano, como sacado de una película del jurásico. Los antiguos habitantes de La Gomera también se sintieron atraídos por estos magníficos colosos. Adoraban a sus divinidades en lugares elevados, construyendo en su cima altares y áreas de sacrificio de animales. El Roque de Agando es un claro ejemplo de ello.

Toda la zona forma parte del Parque Nacional de Garajonay y además es Monumento Natural, lo que subraya los valores que distinguen a este impresionante entorno.

Los roques de Pedro y Petra, son otra caprichosa formación volcánica que domina el valle alto de Herrmigua. Cuenta la leyenda popular que eran dos amantes fundidos en un abrazo que un rayo convirtió mágicamente en piedra. El impacto del relámpago los separó y condenó a ser dos rocas que se mirarán para el resto de la eternidad. Forman parte de uno de los paisajes más hermosos de la Gomera, rodeado de preciosas montañas alfombradas de árboles del parque Nacional Garajonay.

El Ayuntamiento de Hermigua, el pasado año 2016, solicitó que los roques de Pedro y Petra fuesen  declarados Monumentos naturales de Canarias. Los Monumentos Naturales pueden ser formaciones geológicas, yacimientos paleontológicos, espacios o elementos de la naturaleza constituidos básicamente por formaciones de notoria singularidad, rareza o belleza, que merecen ser objeto de una protección especial. Los Roques de Pedro y Petra cumplen se ajustan perfectamente a dicha definición.

Te animamos a que te calces tus botas de caminar para que puedas vivir en primera persona la belleza de los paisajes que te ofrecerán los roques de la isla de La Gomera.