La Gomera, al igual que el resto de las Islas Canarias, nació de la erupción de los volcanes submarinos. Estos volcanes emergieron del océano y fueron ganando en superficie y altura hasta formar hermosos rincones geológicos que podemos contemplar hoy día. Un capricho de la naturaleza que ahora puedes observar y admirar desde el propio mar.
La estructura de la isla está formada de materiales submarinos y rocas volcánicas que han dado forma a paisajes geográficos inigualables, llenos de infinita belleza. Desde una embarcación podrás disfrutar de vistas que no encontrarás en las excursiones a pie, debido a la inaccesibilidad de estas zonas. Desde el mar se descubre la cara más antigua de la isla, aquella que se remonta a la era de los volcanes y que guarda en sus paisajes una belleza histórica.
La base sobre la que se erigen todas las islas canarias recibe el nombre de Complejo Basal, una construcción submarina cuyos materiales aún se pueden observar a día de hoy en algunas de las islas. Es precisamente La Gomera una de esas pocas islas que conserva este basamento geológico tan antiguo, compuesto de rocas volcánicas, depósitos submarinos y restos sedimentarios.
Si quieres descubrir la costa volcánica de La Gomera, comienza tu recorrido en la costa norte de la isla. Súbete a uno de los barcos que navegan por sus costas, disfrutarás de visitas guiadas y una ruta de ensueño, con vistas tan increíbles que difícilmente podrás olvidar. Dentro de este Complejo se encuentra nuestra primera parada: los Anillos de Liesegang, una formación localizada en el municipio de Vallehermoso.
Este fenómeno de la naturaleza tiene una longitud de 700 metros y está compuesto de rocas en forma de bandas y anillos de diferentes grosores. El óxido y hierro son la causa de los colores amarillo, naranja y marrón de este espectacular paisaje que podrás disfrutar durante tu experiencia.
No abandonamos la costa de Vallehermoso para llegar a nuestra segunda parada: el Monumento Natural de los Órganos. Una oportunidad paisajista que nadie que visite La Gomera puede perderse: columnas basálticas y rocas volcánicas se alzan en forma de tubos de órgano que dan la impresión de estar cayendo sobre el mar.
Esta maravilla de la naturaleza es en realidad una gran masa de magma que no llegó a salir a la superficie y que se enfrió rápidamente. El mar y sus feroces embates han esculpido la curiosa forma que hoy podemos contemplar.
Pero la costa volcánica no es lo único que el mar de La Gomera puede ofrecerte. Desde el barco también avistarás delfines, ballenas, cetáceos y aves, y comprobarás la belleza de la biodiversidad marina de la isla. Por ello, la siguiente parada se hace en el propio océano: disfruta de los delfines nadando en libertad, báñate en las aguas tranquilas del mar y deléitate de un picnic a bordo con maravillosas vistas. Incluso podrás practicar snorkel, bucear entre bancos de peces y descubrir el fascinante universo multicolor debajo de la superficie. Una experiencia única que no olvidarás jamás.