El hinojo es una planta aromática que desprende un agradable olor a anís y posee numerosas propiedades medicinales. Contiene, entre otros, vitamina B3, provitamina A, vitamina B6, vitamina C y minerales como fósforo, potasio, hierro, magnesio, calcio…Es un potente antimicrobiano, antipirético, antioxidante, antiespasmódico, diurético, digestivo, colerético (estimula la producción de la bilis por el hígado). Su alto contenido en flavonoides tiene efectos estrogénicos que estimulan la producción de leche materna. Como buena fuente de fibra, ayuda a reducir el colesterol y podría ayudar a remover toxinas cancerígenas del colon.
Se ha utilizado a lo largo de la historia por distintas civilizaciones con fines terapéuticos. En la antigua China lo empleaban contra las mordeduras de serpiente, en el Antiguo Egipto se usaba como remedio para las malas digestiones, en la India se le consideraba como “perla de los afrodisiacos” formando parte de pócimas y mejunjes supuestamente excitantes. Durante la época de dominación romana de la Europa Mediterránea, además de usarse como afrodisiaco combinado con otras especias y hierbas aromáticas (jengibre, cilantro, azafrán…) se fumaba en pipa o cachimba de cerámica. Se piensa que sería durante esta etapa de la historia en la que empezaron a utilizarse las semillas del hinojo como aromatizante de salsas para la carne y a consumirse al natural los brotes frescos. En la Edad Media se la empezó a llamar la hierba santa, pues se decía que ahuyentaba a los espíritus malignos, era costumbre la víspera del solsticio de verano, colgar un manojo de hinojo en la puerta de la casa para ahuyentar los malos espíritus y deshacer los designios de la brujería.
El hinojo, es una hierba perenne que puede llegar a alcanzar los 2 metros de altura, suele encontrarse en zonas templadas de todo el planeta, al borde de los caminos, en campos sin cultivar y zonas cerca de la costa. Se cultiva fácilmente, aunque no es buena compañera en el jardín ya que inhibe el crecimiento de plantas cercanas especialmente tomates, judías y col, siendo ella misma inhibida por el ajenjo y el cilantro. Sin embargo la planta de hinojo con flores, atrae toda clase de insectos beneficiosos como abejas, avispas, sírfidos etc que permiten mantener el equilibrio natural de los insectos en el jardín.
De esta planta, se aprovecha todo, aunque se recolectan en diferentes épocas del año; las hojas, todo el año, aunque el mejor momento es en época estival, los frutos, de donde se extrae la semilla, cuando están maduros e incluso las raíces en otoño.
Sus usos son muy variados, sirve para combatir problemas digestivos como la acidez, el exceso de gases, la distensión abdominal, la indigestión y la inapetencia; también puede servir, en infusión, para quitar los cólicos. Alivia los problemas respiratorios, como lo son la tos, el asma y la bronquitis, pues al ser un antiespasmódico natural hace que los bronquios se relajen; es muy útil en el tratamiento del cólera, en la incontinencia urinaria, problemas de la visión. Se utiliza para clarificar y fortalecer la vista, así como aliviar irritaciones de los ojos cansados y la conjuntivitis Asimismo, ayuda a acabar con los cálculos renales. También puede acabar con las obstrucciones del hígado y la vesícula, y con problemas como la gota y la ictericia. El aceite de la semilla sirve para bajar de peso, como potenciador del metabolismo y supresor del apetito. Puede ser también utilizado para hacer gárgaras para dolores de garganta
En la cocina, las semillas de hinojo se usan secas para preparar panadería de todo tipo, salsas, sopas y ensaladas. Los bulbos suelen emplearse en varios platos como ingrediente para favorecer su digestión. Se utiliza en la confección de encurtidos, aliños y salsas por su aromático olor y su carácter digestivo.
Se emplea, asimismo como saborizante en pastas de dientes jabones, perfumería, ambientadores…La planta seca es un excelente repelente de insectos, las hojas trituradas son eficaces para mantener a los perros libres de pulgas.
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