¿Cuántas veces hemos escuchado aquello de que la naturaleza es caprichosa? En La Gomera este dicho se cumple especialmente. Los golpes de mar y viento han esculpido la isla a su antojo, creando un entorno único e incomparable, digno de admirar y contemplar por su majestuosa belleza.
Y si hay algo que llama especialmente la atención en nuestra intrincada orografía son los acantilados, gigantes paredes de piedra en las que el mar acaba rompiendo, creando escenas realmente admirables. Además, contemplar las vistas o vivir la experiencia única de presenciar un bonito amanecer desde lo alto, son experiencias que todos deberíamos vivir.
La Gomera está llena de ellos, de acantilados donde detenerse a contemplar la majestuosidad del mar, pero si hay uno que merece especial mención es el Monumento Natural de Los Órganos, una majestuosa extensión de 150 hectáreas, formado por roca basálticas, muy comunes en la isla.
Esta maravilla natural de magma se formó a partir de lavas muy viscosas que se fueron enfriando muy lentamente, adquiriendo una forma muy característica de columnas verticales que parecen un enorme órgano de iglesia, emergiendo en medio del océano.
De aproximadamente 200 metros de ancho por 80 de alto, esta maravilla de la naturaleza no deja indiferente a nadie que la contemple. Para poder disfrutar de este espectáculo en todo su esplendor y apreciar su belleza por completo, hay que hacerlo desde el mar. Por supuesto, se organizan diversas excursiones en barcos privados a Los Órganos, y que llegan desde los Valles de Gran Rey y Playa de Santiago.
Estas excursiones recorren toda la costa occidental de La Gomera, hasta acabar en este paraje único y de especial belleza. Es recomendable llevar unos prismáticos en la mochila, ya que además de la belleza espectacular de la costa, se pueden avistar aves muy curiosas que viven en el acantilado, como águilas pescadoras o charrantes.
Sin duda, un monumento natural que nadie que visite la isla de La Gomera debería dejar de contemplar. Un capricho de la naturaleza digno de ser visitado.